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Milagros de Nuestra Señora
de Gonzalo de Berceo

"La boda y la Virgen"

Enna villa de Pida,         cibdat bien cabdalera
en puerto de mar yaze,    rica de grand manera,
avié y un calonge        de buena alcavera,
dizién Sant Cassïan    ond el calonge era.

Como fizieron otros    que de suso contamos,
fque de sancta María    fueron sos capellanos,
ésti amóla mucho,    más que muchos christianos,
e faziéli servicio    de piedes e de manos.

Non avié essi tiempo    uso la clerecía
dezir ningunas oras    a ti, Virgo María,
pero elli diziélas    siempre e cada día,
avié en la Glorriosa    sabor e alegría.

Avién los sos parientes    esti fijo señero,
quando ellos finassen    era buen eredero;
dessávanli de mueble    assaz rico cellero,
tenié buen casamiento,     assaz cobdiziadero.

El padre e la madre    quando fueron finados,
vinieron los parientes    tristes e desarrados,
diziénli que fiziesse    algunos engendrados,
que non fincassen yermos    logares tan preciados.

Cambióse del propósito,    del que ante tenié,
moviól la ley del sieglo,    dixo que lo farié;
buscaronli esposa    qual a él convenié,
destajaron el día    que las bodad farié.

Quando vino el día    de las bodas correr,
iva con sos parientes    la esposa prender,
tan bien en la Gloriosa    non podié entender,
como lo solié ante    otro tiempo fazer.

Yendo por la carrera    a complir so depuerto,
membról de la Gloriosa, que li yazié en tuerto,
tóvose por errado    e tóvose por muerto,
asmó bien esta cosa    quel istrié a mal puerto.

Asmando esta cosa     de corazón cambiando,
halló una eglesia,     lugar a Dios sagrado,
dessó las otras yentes    fuera del portegado,
entró fer oración    el novio refrescado.

Entró en la eglesia    al cabero rencón,
inclinó los enojos,    fazié su oración
vínoli la Gloriosa,    plena de bendición,
com qui sañosamientre,     dissoli tal razón.

"Don fol malastrugado,    torpe e enloquido,
¿en qué roídos andas?    ¿en qué eres caído?
Semejas ervolado,    que as yervas bevido,
o que eres del blago    de sant Martín tañido.

Assaz eras, varón,    bien casado conmigo,
yo mucho te quería    como a buen amigo,
mas tú andas buscando    mejor de pan de trigo,
non valdrás más por esso    quanto vale un figo.

Si tú a mí quisieres    escuchar a creer
de la vida primera    non te querrás toller,
a mí non dessarás    por con otra tener;
si non, avrás la leña    a cuestas a traer."

Issió de la eglesia    el novio maestrado,
todos avién querella    que avié detardado,
fueron cabadelante    recabdar su mandado,
fo todo el negocio    aína recabdado.

Fizieron ricas bodas,    la esposa ganada,
ca serié lo ál fonta    si fuesse desdeñada;
era con esti novio    la novia bien pagada,
mas non entendié ella    dó yazié la celada.

Sopo bien encobrirse    el de suso varón,
la lengua poridat    tovo al corazón;
ridié e deportava    todo vien por razón,
mas aviélo turrado    mucho la vissïon.

Ovieron ricas bodas    e muy grand alegría,
nunqua mayor siquiere    ovieron en un día,
mas echó la redmanga    por y sancta María
e fizo en sequero    una grand pesquería.

Quando veno la noche,    la ora que dormiessen,
fizieron a los novios    lecho en que yoguiessen;
ante que entre sí ningún solaz oviessen,
los brazos de la novia    non tenién qué prisiessen.

Issióseli de manos,    fússoli del marido,
nunqua saber podieron    omnes dó fo caído,
sópolo la Gloriosa    tener bien escondido,
no lo consintió ella    que fuesse corrompido.

Dessó mugier fermosa    e muy grand posesión,
lo que farién bien poccos    de los que oï son;
nunqua lo entendieron    dó cadió o dó non,
qui por Dios tanto faze,    aya su bendición.

Creemos e asmamos    que esti bien varón
buscó algún lugar    de grand religïón,
y sovo escondido    faciendo oración,
por ond ganó la alma    de Dios buen gualardón.

Bien devemos creer    que la Madre gloriosa,
porque fizo este omne    esta tamaña cosa,
no lo oblidarié, como es pïadosa,
bien allá lo farié    posar do ella posa.

Selección tomada de la edición de Milagros de Nuestra Señora hecha a cargo de María Teresa Barbadillo de la Fuente, publicada por Castalia, 1996.