"La boda y la Virgen"
Enna villa de Pida,
cibdat bien cabdalera
en puerto de mar yaze, rica de grand manera,
avié y un calonge
de buena alcavera,
dizién Sant Cassïan ond el calonge era.
Como fizieron otros que de suso contamos,
fque de sancta María fueron sos capellanos,
ésti amóla mucho, más que muchos
christianos,
e faziéli servicio de piedes e de manos.
Non avié essi tiempo uso la clerecía
dezir ningunas oras a ti, Virgo María,
pero elli diziélas siempre e cada día,
avié en la Glorriosa sabor e alegría.
Avién los sos parientes esti fijo señero,
quando ellos finassen era buen eredero;
dessávanli de mueble assaz rico cellero,
tenié buen casamiento, assaz cobdiziadero.
El padre e la madre quando fueron finados,
vinieron los parientes tristes e desarrados,
diziénli que fiziesse algunos engendrados,
que non fincassen yermos logares tan preciados.
Cambióse del propósito, del que ante
tenié,
moviól la ley del sieglo, dixo que lo farié;
buscaronli esposa qual a él convenié,
destajaron el día que las bodad farié.
Quando vino el día de las bodas correr,
iva con sos parientes la esposa prender,
tan bien en la Gloriosa non podié entender,
como lo solié ante otro tiempo fazer.
Yendo por la carrera a complir so depuerto,
membról de la Gloriosa, que li yazié en tuerto,
tóvose por errado e tóvose por muerto,
asmó bien esta cosa quel istrié a mal
puerto.
Asmando esta cosa de corazón cambiando,
halló una eglesia, lugar a Dios sagrado,
dessó las otras yentes fuera del portegado,
entró fer oración el novio refrescado.
Entró en la eglesia al cabero rencón,
inclinó los enojos, fazié su oración
vínoli la Gloriosa, plena de bendición,
com qui sañosamientre, dissoli tal razón.
"Don fol malastrugado, torpe e enloquido,
¿en qué roídos andas? ¿en
qué eres caído?
Semejas ervolado, que as yervas bevido,
o que eres del blago de sant Martín tañido.
Assaz eras, varón, bien casado conmigo,
yo mucho te quería como a buen amigo,
mas tú andas buscando mejor de pan de trigo,
non valdrás más por esso quanto vale
un figo.
Si tú a mí quisieres escuchar a creer
de la vida primera non te querrás toller,
a mí non dessarás por con otra tener;
si non, avrás la leña a cuestas a traer."
Issió de la eglesia el novio maestrado,
todos avién querella que avié detardado,
fueron cabadelante recabdar su mandado,
fo todo el negocio aína recabdado.
Fizieron ricas bodas, la esposa ganada,
ca serié lo ál fonta si fuesse desdeñada;
era con esti novio la novia bien pagada,
mas non entendié ella dó yazié
la celada.
Sopo bien encobrirse el de suso varón,
la lengua poridat tovo al corazón;
ridié e deportava todo vien por razón,
mas aviélo turrado mucho la vissïon.
Ovieron ricas bodas e muy grand alegría,
nunqua mayor siquiere ovieron en un día,
mas echó la redmanga por y sancta María
e fizo en sequero una grand pesquería.
Quando veno la noche, la ora que dormiessen,
fizieron a los novios lecho en que yoguiessen;
ante que entre sí ningún solaz oviessen,
los brazos de la novia non tenién qué
prisiessen.
Issióseli de manos, fússoli del marido,
nunqua saber podieron omnes dó fo caído,
sópolo la Gloriosa tener bien escondido,
no lo consintió ella que fuesse corrompido.
Dessó mugier fermosa e muy grand posesión,
lo que farién bien poccos de los que oï
son;
nunqua lo entendieron dó cadió o dó
non,
qui por Dios tanto faze, aya su bendición.
Creemos e asmamos que esti bien varón
buscó algún lugar de grand religïón,
y sovo escondido faciendo oración,
por ond ganó la alma de Dios buen gualardón.
Bien devemos creer que la Madre gloriosa,
porque fizo este omne esta tamaña cosa,
no lo oblidarié, como es pïadosa,
bien allá lo farié posar do ella posa.
Selección tomada de la edición de Milagros de Nuestra Señora hecha a cargo de María Teresa Barbadillo de la Fuente, publicada por Castalia, 1996.